Borrar, eliminar tatuajes. ¿Son para siempre?

Nada es para siempre, y lo que hoy nos gusta, puede que mañana no. La decisión de hacerse un tatuaje en modo alguno debe ser fruto de un impulso, pues de ser así lo más probable es que acabes arrepintiéndote. Siempre se ha dicho que los tatuajes son para toda la vida, una vez te los haces ya no hay vuelta atrás; esto es lo que suele decirse. Una afirmación como está lleva implícita una serie de valores que la sustentan, no obstante, la verdadera explicación siempre ha sido mucho más prosaica; o lo que es lo mismo, hasta hace poco no existía ningún procedimiento eficaz para eliminarlos. Los tiempos cambian y la tecnología avanza, poniéndose en este caso al servicio de la moda. En la actualidad sí que se pueden eliminar los tatuajes de forma segura, y ello es posible gracias al láser, el láser Q-Switched.

El láser Q-Switched en cualquiera de sus variantes, como Rubí, Alejandrita o Nd:YAG/KTP es la tecnología idónea para borrar tatuajes. El más extendido es el láser ND:YAG/KTP, y las tintas más fáciles de eliminar son el color negro y el color rojo. Por el contrario, las tintas de colores claros, especialmente el blanco y el amarillo, son los más difíciles, y requerirán de un mayor número de sesiones.

La utilización del láser para eliminar tatuajes no está exenta de efectos adversos, por ello debe ser empleado por personal cualificado (normalmente un médico dermatólogo), que además tendrá que tener experiencia en el manejo de dichos aparatos. Por término medio para borrar un tatuaje no suelen ser necesarias más de diez sesiones (con un intervalo de entre uno y dos meses entre cada una de ellas); aunque todo depende del tamaño, profundidad, y estado del mismo. Asimismo, se ha constatado que los fumadores necesitan más sesiones que los no fumadores. El precio de las sesiones oscila considerablemente en función de los diferentes aspectos a considerar, lo que requerirá más o menos disparos del láser, aunque para hacernos una idea, un tatuaje normal, eliminarlo puede costarnos entre 300 y 500 euros.

Al margen de la tecnología láser, que es la única recomendada por especialistas, existen otras muchas técnicas y productos, más o menos milagrosos, y de más que dudosa efectividad. Las llamadas «cremas milagro» están a la orden del día, y más nos vale mantenernos alejados de ellas. Otras técnicas, según algunos revolucionarias, son las inyecciones de ácido láctico. A través de un pistola de micropigmentación se inyecta en el tatuaje un compuesto basada en ácido láctico, y éste destruye la tinta desde dentro, expulsándola al exterior mediante un proceso inflamatorio. A pesar de los buenos resultados la tecnología láser sigue siendo la más recomendada.

Como ves, si estás angustiado por algún tatuaje deslucido, que te trae malos recuerdos, o que sencillamente ya no te gusta, no está todo perdido. Consulta a un médico especialista en dermatología, quien estudiará tu caso y determinará el número de sesiones necesarias para eliminarlo por completo. Aunque también hay quien prefiere utilizar la técnica del "tapado" o "camuflaje", es decir, hacer otro apartir del que ya se tiene. Sea como fuere, nunca tomes tus decisiones en medio de una noche loca, aunque, si es loca ¿cómo vamos a pedirle explicaciones?