La OCU pone en tela de juicio la utilidad de Actimel para aumentar nuestras defensas

¿Qué efectos tiene Actimel en la salud? Lejos quedan aquellos tiempos en los que nuestras madres iban al supermercado y tan solo tenían dos o tres marcas de yogures entre los que escoger. Y a la pregunta, ¿natural o de sabores?, en realidad se referían a fresa, chocolate, y poco más (toda una sensación cuando aparecieron los de vainilla). Incluso para el caso de los naturales era muy habitual tener una yogurtera en casa, y hacerlos uno mismo: Comprar Yogurtera. Sin embargo, ahora todo es distinto. Existen infinidad de marcas e infinidad de sabores, pero no solo esto, sino que además, y con el objeto de diferenciarse de la competencia, ahora es incluso necesario crear necesidades en el consumidor, todo ello basándose en supuestos beneficios medicinales como valores añadidos a los diferentes productos. Es la era del Omega 3, los fitoestoroles, la fibra liposolubre, y mil y una otras sustancias que se le añaden a los productos tradicionales, y que rápidamente el consumidor asocia a una marca determinada. Actimel, Activia, Danacol, y otras marcas comerciales, forman parte del amplio surtido de yogures que pueden llegar a confundir al consumidor, pues todo lo que anuncian no siempre es cierto.

No suelo creer en estas cosas, pues soy desconfiado por naturaleza, aun así, algunas veces cuando he estado convaleciente por una gripe o un catarro, reconozco que me he tomado un Actimel. Y la verdad, saben bien, pero ¿realmente ayudan a las defensas de nuestro organismo tal y como dicen? Desde hace tiempo se viene advirtiendo en diferentes medios acerca de los supuestos beneficios y los efectos que sobre la salud tiene Actimel, desmintiéndolos.

Ahora, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), acaba de anunciar de forma oficial que no necesitamos en modo alguno los supuestos beneficios de Actimel (DanActive en Estados Unidos y Canadá), con objeto de reforzar las defensas de nuestro organismo, algo que no está provado científicamente. El mejor método para reforzar dichas defensas es el tradicional: dieta equilibrada, ejercicio, y dormir bien, sobre todo esto último. Todo lo demás sobra. Conclusiones que, es de suponer, habrá que tenerlas en cuenta también para todos los productos que han tratado de imitar el éxito de Actimel por parte de otras empresas. Nunca los lactobacilos habían dado tanto que hablar, de hecho si no fuese por un gigante como Danone la mayoría de los mortales ni siquiera los conoceríamos. El fabricante, sabedor de la polémica que ha surgido entorno a Actimel y sus Lactobacillus Casei (L.Casei), ha decidido reconducir la estrategía publicitaria hacia la Vitamina B6, ahora también presente en el producto, y que sin duda nos prevendrá ante el posible ataque de catarros y gripes.

Al margen de la polémica surgida lo cierto es que Actimel es un producto caro, de dudoso beneficio para la salud, al menos tal y como se publicita, pero con un sabor bastante delicioso. A mí por lo menos sí me gusta, y, dados sus componentes, en mi opinión totalmente inocuo.